Inmortales: Sejmet.

Es representada como una leona o
en forma semihumana, como una mujer con la cabeza de este animal, pero con
melena, lleva un disco solar sobre la cabeza y en ocasiones un ureo (cobra
protectora) en sus manos porta un bastón con una flor de loto y un Anj (cruz
ansada) el cual representa la vida. Su vestimenta es la típica túnica egipcia.

Su culto se extendía por varias
ciudades del imperio como Karnak, Luxor, Menfis, Letópolis y muchas regiones
del delta del Nilo. El templo más importante para su culto estaba situado en Menfis,
ya que era considerada como una de las integrantes de la triada de ese templo. Esta
triada la formaba junto a Ptah, su esposo y su hijo, Nefertum.
En su culto se incluye la festividad
de la embriagues, junto a Bastet, también se sacrificaban animales en su honor
y se ofrecía la sangre de estos para calmar la cólera de la diosa. En otras
tradiciones era esta diosa la que encarnaba las paciones desenfrenadas. En ocasiones
también se le representaba con la cabeza de un cocodrilo.
El respeto que los egipcios sentían
hacia esta deidad fue tan grande que incluso el faraón Amenhotep III encargó
que realizaran al menos 365 estatuas de Sejmet, con el fin de poder realizar
una oración diaria y así tratar de mantener en calma a esta diosa tan fiera y
con esto evitar que trajese la guerra o las pestes sobre Egipto.
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