Garras y colmillos: Tsukumogamis (Los espíritus de objetos).
Los Tsukumogamis
son entes del folclore japonés, los cuales nacen de objetos inanimados, que
después de cumplir 100 años de existencia logran cobrar vida. Los objetos que
pueden convertirse en Tsukumogamis son muy limitados, pero abarcan desde
sandalias hasta espadas. Cabe señalar que su naturaleza no siempre es de
maldad, pues si un objeto es “respetado” no buscara venganza de nadie y pasara
a la vida sin causar daño a nadie.
Origen.
El origen
practico de estas criaturas puede estar inspirado en el valor de la gratitud
que se buscaba inculcar en la población general, pues esta tradición busca
dejar un sentido de agradecimiento en las personas sobre todo con lo que les
sirve, incluido los objetos. Como dice la leyenda si un objeto es “maltratado o
desechado” este se convertirá en un Tsukumogami maligno que buscará vengarse.
Históricamente
el origen de esta leyenda se remonta a fechas que rondan el siglo X D.C., pues
se encuentran referencias de estos espíritus en algunos textos budistas de esas
fechas. El más conocido lo encontramos en el texto Tsukumogami ki, traducido
como registro de herramientas fantasma, en el cual se dice que algunos objetos
después de cumplir 100 años tienden a formar un alma. Como todo poseedor de
alma, en la filosofía budista, este objeto tendría el deseo de alcanzar la
iluminación, por lo que después de dejar atrás el sufrimiento, llega al nirvana
y deja este mundo.
Esta leyenda
mezcla dos de las creencias más importantes de Japón en aquella época, por un
lado, toma el concepto de nirvana y como alcanzarlo del budismo, que se
difundía por el país en esos años, y, por otro lado, une estos conceptos al
sintoísmo, donde se afirma que todas las cosas poseían un espíritu o alma.
También podría añadir que en sus orígenes el texto Tsukumogami ki fue escrito
con un tiente humorístico, simplemente para ilustrar los conceptos budistas y
tener una mayor comprensión de ellos, pero después fue tomado de manera literal
dando origen a los “espíritus de los objetos”.
Artísticamente
los Tsukumogamis fueron creados durante el periodo Edo, en estos dibujos se
representaban objetos inanimados con características de seres vivos, dotándoles
muy frecuentemente de peculiaridades antropomórficas. Se les suele representar
con rasgos exagerados, como ojos grandes, piernas enormes y bocas con colmillos
aterradores. Entre los artistas más importantes e influyentes de esa época, se
encuentran Shinju-an Hyakki, Yako Emaki y Toriyama Sekien.
Manifestación.
Como ya dije,
los objetos cobran vida después de 100 años de existencia, al ser animados
toman la forma básica del objeto que fueron, combinando características de
seres vivos desde animales hasta características antropomórficas. Referente a
su actuación en el mundo, encontramos espíritus muy vengativos, que fueron
“maltratados por sus dueños y que generalmente provienen de objetos con fines
bélicos, como espadas o cuchillos, hasta objetos con sentimientos de
benevolencias y ayuda, que generalmente representan a los objetos que fueron
honrados por prestar un buen servicio a los humanos.
Equivalentes.
Como puedes
darte cuenta, en todas las mitologías del mundo hay equivalentes, estas
criaturas comparten ciertas características con otras de otras mitologías,
estos equivalentes pueden ser muy evidentes como los dragones occidentales y
los orientales, y en este caso no tanto. Podemos decir que los equivalentes en
la cultura occidental, para los Tsukumogamis, son los duendes, pues comparten
muchas similitudes, aunque más recientemente se les ha vinculado con el fenómeno
llamado poltergeist.
Actualmente con
la globalización del mundo y la obsolescencia programada se dice que es muy
raro que se pueda manifestar uno de estos espíritus, pues ningún (o casi
ningún) artefacto actual puede soportar esa cantidad de años en funcionamiento,
sumándole a esto que las antiguas tradiciones se van dejando de lado, llegando
a representar meras costumbres y tradiciones que ya no se ponen en práctica.
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