Cordón de plata


Con motivo de mi participación en el concurso “El circo de las sombras” les dejo esta historia que ya habia publicado pero para apegarme a las bases del concurso tuve que editar, apóyenme dando un like a mi historia en: https://www.facebook.com/events/618667844820179/?ref=3&ref_newsfeed_story_type=regular

Liz, una linda chica de 17 años que acababa de terminar sus estudios en la preparatoria del pueblo y se disponía a entrar a la universidad, ella estaba más interesada en las fiestas y los amigos que en los estudios y eso no le agradaba a sus padres. Los padres de Liz al ver que su hija no hacía nada productivo de su vida se preocuparon mucho de ella, por lo que la enviaron a casa de su tía que vivía en una granja lejos de la gran ciudad, donde podría estudiar pues en ese lugar no era muy común encontrar una disco y además su tía Carmen le ayudaría ya que era una maestra jubilada.

El día del viaje llego y Liz muy triste dejo su casa, amigos y a sus padres, muy dentro de ella sentía que jamás regresaría a aquella casa, por lo que suplico a su padres que no la obligaran a ir a vivir con su tía e incluso prometió no volver a asistir a fiestas y dedicarse a estudiar pero sus padres cansados de su actitud se negaron y la enviaron con su tía.  Ya en la casa de su tía Liz se sentía muy desconsolada y tenía el presentimiento de que algo malo pasaría pero no quiso contárselo a nadie, cosa de la que se arrepentiría después. Durante la noche Liz sentía mucha incomodidad, tal vez sería por estar en una nueva casa o quizás porque extrañaba a sus padres.

Liz se despertó por un ruido blanco que había en su habitación, pero algo no marchaba bien, ella se veía un acostada en la cama y no comprendía lo que pasaba, intento pedir ayuda pero nadie la escucho, lo peor de todo es que ella no sabía nada del mundo paranormal y solo pudo quedarse quieta para esperar a que sucediera algo, pero eso no tardo mucho pues se sintió con una gran libertad y empezó a caminar por el mundo. Viajo a casa de sus padres para espiarlos, cuando llego en lugar de verlos durmiendo los encontró en su cuarto donde estaban empacando, pues saldrían de viaje, Liz se enojó pues no era posible que sus padres viajaran mientras ella estaba cautiva en la casa de su tía, pero eso no fue lo peor sino que escucho que sus padres decían que nunca más la volverían ver y que fue lo mejor dejarla con la tía Carmen.


El orgullo de la joven confinado con su ira y tristeza por lo que acababa de escuchar, provoco en ella un odio intenso hacia sus padres, por lo que tomo la decisión de matarlos para lo cual tomo un cuchillo de la cocina pero al ser un espíritu con muy poca energía no pudo moverlo lo suficiente y esta callo cortando su cordón de plata. Al día siguiente su cuerpo fue encontrado sin vida recostado en su cama, mientras que su alma vega eternamente buscando reparar el cordón

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